El Sarcoma de
Kaposi es un tumor vascular muy inflamatorio y angiogénico el cual expresa
altos niveles de factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) y factor del
crecimiento de fibroblastos, necesarios para el mantenimiento de esta lesión. Se
define como una enfermedad angioproliferativa de celularidad mixta de origen
multifactorial que ocurre predominantemente en la piel, vísceras y nódulos
linfáticos.
Esta enfermedad
ocurre en cuatro formas epidemiológicas diferentes: SK clásico, SK Africano, SK
iatrogénico y SK asociado a sida, cuyos rasgos histológicos son similares. La
forma clásica se presenta predominantemente en varones jóvenes descendientes de
mediterráneos o europeos orientales, la lesión se desarrolla lentamente, y por
lo general inicia e involucra primariamente sólo la piel. La forma endémica del
sarcoma de Kaposi constituye el tumor que con mayor frecuencia se presenta en
varones de ciertos países de África Central; sin embargo, desde el la pandemia del sida se
presenta con la misma frecuencia en ambos sexos en el continente Africano.
En la actualidad
existe suficiente evidencia acumulada que demuestra que el VHH-8 es el agente
causal de todas las formas de sarcoma de Kaposi (SK). La ruta definitiva de
transmisión continúa en debate, han sido consideradas las formas: sexual,
vertical o a través de órganos trasplantados.
Es la neoplasia
más común que se presenta en pacientes con sida. Los pacientes con estas
patologías asociadas típicamente presentan un bajo conteo de células CD4+, así
como una elevada carga viral para VIH. Las lesiones del sarcoma de Kaposi
involucran desde lesiones tipo parche o placa en los estadios tempranos hasta
lesiones nodulares características de los estadios tardíos. La lesión es
histológicamente compleja; existe proliferación de células en forma de huso de
origen endotelial, las cuales son características y son consideradas como las
células tumorales de estas lesiones. A pesar de su homogeneidad morfológica,
estas células en huso representan una población heterogénea dominada por
células mononucleares endoteliales activadas, mezcladas con fibroblastos,
células de músculo liso, células de origen dendrítico y monocítico, así como
infiltrado de células plasmáticas y abundantes espacios neovasculares abiertos.
Estos vasos sanguíneos prominentes y edema son formas peculiares del sarcoma de
Kaposi, principalmente en estadios tempranos. La regresión de estas lesiones se
ha reportado que ocurren dentro de los siguientes ocho meses de iniciada la
terapia antirretroviral, paralelamente al incremento en el conteo de células
CD4+ y descenso en la carga viral de VIH, lo que indica el marcado éxito de la
terapia.