
En el 70% a 80% de los casos, la isquemia intestinal es causada por una embolia arterial o trombosis en la arteria mesentérica superior. En los casos de oclusión embólica, la ausencia de una circulación colateral bien desarrollada desencadenan la isquemia y necrosis transmural precoz en comparación con otras causas de isquemia mesentérica. Otras causas menos comunes son la trombosis venosa y las causas mecánicas no trombóticas tales como hernia estrangulada. Los pacientes con una historia de embolia arterial, vasculitis, trombosis venosa profunda, síndrome de hipercoagulabilidad, o dolor postprandial crónico tienen mayor riesgo. La vasculitis es una común de isquemia mesentérica en personas jóvenes con enfermedades autoinmune. Por último, hay reportes de casos que implican anomalías vasculares como una causa de isquemia mesentérica.
Hay una amplia variedad de presentaciones clínicas para la isquémica mesentérica. Clásicamente, se asocia con una aparición dramática de dolor abdominal severo desproporcionado a los hallazgos del examen físico. La peritonitis y septicemia se desarrollan una vez que la isquemia se vuelve transmural.
Dolor postprandial, náuseas y pérdida de peso a menudo se producen en pacientes con isquemia mesentérica crónica y trombosis de la arteria mesentérica superior. En la isquemia mesentérica crónica, la asociación del dolor con las comidas conlleva al temor de comer y a la consecuente perdida de peso.
El diagnóstico precoz es difícil debido a la gran variabilidad en la presentación clínica de la isquemia mesentérica.
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