26 ene 2013

Vasculitis Leucocitoclásticas


Actualmente llamadas "vasculitis predominantemente cutáneas", ya que no todas cumplen con la característica histológica leucocitoclástica. También se conocen como vasculitis por hipersensibilidad, aludiendo al teórico mecanismo patogénico que las desencadena aunque este término no es el más apropiado debido al origen similar de algunas vasculitis sistémicas. Dentro de este grupo se engloban aquellos cuadros que se caracterizan por presentar síntomas referidos de manera primordial a la piel, generalmente en forma de púrpura palpable, y por presentar un pronóstico mucho más favorable que el resto de las vasculitis al no producir daño visceral. Pueden aparecer a cualquier edad, sin mostrar predominio sexual.

Se afectan vasos de pequeño calibre, especialmente las vénulas poscapilares, y la alteración más característica es la leucocitoclastia, esto es, la presencia de restos nucleares de polimorfonucleares en la pared vascular.La lesión cutánea más habitual y característica es la púrpura palpable, que normalmente aparece en las extremidades inferiores. Estas lesiones pueden convertirse en vesículas, ampollas o incluso úlceras.
Las situaciones en las que pueden aparecer son múltiples. Entre las relacionadas con antígenos endógenos están las vasculitis secundaria a fármacos, asociadas a enfermedad del suero, vasculitis asociada a enfermedades infecciosas; y entre las relacionadas a antígenos endógenos están las vasculitis asociadas a enfermedades neoplásicas, especialmente linfoproliferativas, las vasculitis asociadas a trastornos del tejido conjuntivo (AR, LES y síndrome de Sjógren) y las vasculitis asociada a otras enfermedades subyacentes entre ellas la cirrosis biliar primaria, la policondritis recidivante, el déficit de alfa1-antitripsina, el bypass intestinal, la colitis ulcerosa, el síndrome de Goodpasture o la crioglobulinemia mixta esencial.
Es preciso realizar una biopsia cutánea para establecer el diagnóstico. A menudo no requieren tratamiento. En los casos en los que se identifique el antígeno desencadenante o una enfermedad subyacente asociada, la eliminación de ese antígeno o el tratamiento de dicha enfermedad es la primera medida, que puede ser suficiente para controlar las lesiones cutáneas. El tratamiento estaría indicado en aquellos casos en los que existiese afectación sistémica.

1 comentario:

  1. Hola buen día actualmente estoy cursando con una patología muy parecida a la descrita por ustedes. He acudido a varios especialistas pero ninguno ha sabido realmente de que enfermedad exactamente se trata. Me gustaría que me ayudarán de existir esa posibilidad

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