Consiste en una infección de la parte
superficial de la dermis. La causa más frecuente de erisipela es el
estreptococo del grupo A. La infección se produce a partir de puertas de
entrada tales como erosiones o microheridas de la piel. Los pacientes diabéticos
o con linfedema de las extremidades son
más sensibles a la infección.
Las lesiones aparecen con mayor frecuencia en
las extremidades inferiores o en la
cara. Son placas eritematosas, calientes, dolorosas, discretamente
induradas y relativamente bien delimitadas, con un borde de crecimiento
palpable que puede mostrar vesículas y pústulas. Típico de mujeres de mediana
edad, con insuficiencia venosa crónica. Produce malestar general, fiebre y
leucocitosis.
Histológicamente las lesiones de erisipela
muestra un patrón de dermatosis difusa con afectación de todo el espesor de la
dermis. La dermis superficial muestra intenso edema responsable de la
vesiculación que se observa en algunos casos. La dermis está discretamente
ensanchada y edematosa y presenta una infiltración difusa con predominio de
polinucleares neutrófilos que no forman abscesos. No hay evidencia de
nodularidad.
El tratamiento antibiótico oral puede ser
suficiente en los casos moderados pero debe plantearse su administración
intramuscular o endovenosa en los casos más severos que pueden asociarse a septicemia.
Si se presume una etiología estreptocócica la penicilina es el antibiótico de
elección y debe prolongarse un mínimo de 10 días.
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